Marc Schaudel se queda sin niñera durante el fin de semana para que cuide de su hijo Rémy. Entonces, decide dejar al cargo de su hijo a uno de sus empleados, el joven y serio Franck. Sin embargo, la seriedad de Franck no es del todo segura. Durante el fin de semana es el treinta cumpleaños de Franck, y para colmo, Rémy es un niño más caprichoso de lo que sus padres creen. Mientras Marc y su mujer Claire están fuera, reciben una llamada en mitad de la noche de la policía, alertando al matrimonio de algo inesperado: tanto Rémy como Franck han desaparecido. Cuando estos llegan a casa, se encuentran con que está destrozada, y en el sofá descubren una videocámara. Esta contiene la grabación de lo que ocurrió la noche anterior a la desaparición de Franck y Rémy.