Sexto tour internacional de la cantante estadounidense destinado a promover su séptimo álbum de estudio, Femme fatale, que fue lanzado durante el primer cuatrimestre del año 2011. Producido por Live Nation y dirigido por Jamie King, cuenta con buenas críticas como la de Barry Walters, de la revista Rolling Stone, quien lo catalogó como el tour 'posiblemente más llamativo y entretenido que ha hecho Britney Spears en su carrera'. Asimismo, el público agotó sus primeras entradas y le llevó a recaudar 6,2 millones de dólares con sus ocho primeros espectáculos, lo que le perfila como uno de los tours de mayor éxito comercial del año 2011.